Por / César Augusto Prieto
Claro, cuando le quitaron al América, todo el país deportivo, incluidos los seudo comentaristas con camiseta escarlata pegaron el grito en el cielo en plena transmisión… Y sí, penales que sospechosamente no se pitan en un arco pero ligerito en otro.
¿Deporte de contacto ? Noo, que va. Los árbitros del fútbol colombiano ignoran este axioma del deporte rey, tal vez porque en su vida habrán tocado un balón y eso les sirve para sus temidas cámaras caza infractores.
Lo curioso, o mejor, incoherente, es que cada cual tiene una manera diferente de medir una acción de juego, que sumado a varias tomas y la engañosa cámara lenta, convierten un contacto en tiro desde los 12 pasos o una patada aleve, en nada para pitar.
Así, al central, en vez de ayudarlo, le dañan su actuación, paran el partido, cortan el ritmo y todo para convertir al fútbol en un deporte interrumpido, sin continuidad, a veces soso y porque no, también tramposo.
Sin juego limpio como los amigos del Envigado que confunden la cancha con una tarima teatral, a vista y complacencia del pífano de turno (no es nuevo, menos con el arquero Parra). A propósito del equipo naranja, no se sabe que tiene de heroico jugar fútbol, aunque habrá más de uno que así le parezca, y así, esa palabra es una de las más mal usadas y atropelladas del léxico castellano; lo de cantera, vaya y venga.
Sin dolientes en medios, un Santa Fe que no debió perder en Pereira, primero porque el gol de Rodallega fue legal, ojo que eso del arquero intocable no es cierto en el reglamento… Es un ardid para justificar un craso error de juzgamiento, con sabor localista.
Y ni que decir del penal pitado en contra, pues si de eso se trata, en cada partido, y especialmente en tiros de esquina o cobros con pelota detenida, habría que sancionar no se cuantos manotazos, agarrones, estrujones y similares; pero no, extrañamente, los amigos del VAR se hacen los locos para aplicar una “justicia” selectiva… O será que hay faltas, falticas, cuasifaltas o semifaltas o simplemente, es acomodar el reglamento en favor de un bando…
También, decirle a los delanteros que se corten las uñas para no ser pescados en fuera de lugar, así como el insólito gol anulado al Pasto en la primera fecha… el espiritu de la competencia debería premiar a quien busca la red contraria y no al mañoso y canchero al quien parece favorecer el reglamento. Y los de negro, como Jonny Walker; ahí siguen tan campantes.
