Por / César Augusto Prieto – Acord Cundinamarca
Para que no se le olvide…
Ha partido otro de los grandes referentes de los medios de comunicación colombianos… Los que nacimos bajo la tutela de la televisión con señal en blanco y negro y las primeras emisoras en la franja de la frecuencia modulada, no podemos dejar de sentir que se cierra un gran episodio en nuestra historia generacional.
Aunque algunos sólo conozcan al todavía muy vigente Julio junior o quienes ya ni siquiera encienden la radio porque tienen todo encapsulado en su celular, el aporte de don JES, como bautizó a su programadora, es sin duda comparable a otras figuras también desaparecidas como Pacheco, Julio Nieto Bernal, Carlos Pinzón, Jorge Barón o quizá Alfonso Lizarazo, para citar a algunos pocos.
Los estudios de Inravisión en San Diego, y los propios ubicados en el tranquilo sector de Quinta Paredes en Bogotá, recibieron al inolvidable programa de concurso Concéntrese, con el cual los televidentes también jugaban al tiempo con los invitados, y otros espacios de gran éxito en la pantalla chica nacional, como el musical Espectaculares JES, Panorama, transmisión de los premios Oscar y Miss Universo, y ya en los años 90, novelas como Sangre de lobos y La maldición del paraiso.
Es decir, don Julio E. Sánchez Vanegas, con un estilo sobrio y una voz muy radial, fue también uno de los adelantados en la aplicación de las nuevas tecnologías, avances y formatos, imponiendo el sistema a color NTSC, las unidades móviles y los directos, en ese entonces, vía satélite, además de ser un gran empleador y formador de nuevas camadas de comunicadores.
En la radio fue uno de los pioneros de la frecuencia modulada, en una arriesgada apuesta en los años 70 y principios de los 80, cuando imperaba la a.m. y estructuró varias cadenas de emisoras con música diferente, digamos más refinada con énfasis en la corriente anglo y romántica; así fue su primer gran paso, con emisoras Monserrate y El Dorado.
Creo que tuvo el acierto de no mezclarse en política ni licitar noticieros de tv y mantuvo un bajo perfil futbolero a pesar de pertenecer a esa mediática raza santafereña junto a pachecos, benjumeas, sarmientos, santos, amats y canos, entre otros, siendo su hijo mayor, heredero de esa pasión que lo despidió el pasado sábado en El Campín, con gol desde la mitad de la cancha.
Empresario y visionario adelantado, además de actor, nació con tranvía y vino tinto ya entrado el siglo pasado, y refería con orgullo que fue el primer rostro en salir en la televisión colombiana en 1954 pues fue el speaker oficial del dictador Rojas Pinilla y durante más de 40 años, una cara muy familiar en la pequeña caja mágica, la cual con mueble empotrado y antena en el tejado, era el altar en las salas de miles de hogares colombianos, eso sí, con porcelanas de miscelánea y tejidos de abuela encima… Adiós a don JES, hoy desde quien sabe cual lugar del mundo.